Sin coordinación de la Nación, los incentivos de los gobernadores a tomar decisiones individuales aumentará.
Por Ezequiel Burgo para Clarín
La recesión de la economía continuará y, ergo, la caída de los ingresos fiscales se acelerará. La pregunta que se hacen muchos gobernadores y ministros de Economía provinciales es, ¿cómo voy a pagar los salarios dentro de un mes si la coparticipación que recibiré será menor? Un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal adelanta que “la irrupción del covid-19 profundizará la caída de la recaudación y consecuentemente de la coparticipación”.
En Provincia temen que por la cuarentena perderían en abril al menos $ 10.000 millones de recaudación
El economista Félix Piacentini, especialista en economías y finanzas provinciales, explica que “la ventana más realista es la de la asistencia por parte del Gobierno Nacional, ya sea a través de transferencias o de endeudamiento con el Tesoro”. El experto brinda un ejemplo: “Que las provincias apelen a que se les distribuyan los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) no distribuidos a lo largo de varios años”. Piacentini calcula que esa deuda a 2019 era unos $ 70 mil millones. El diputado radical Alfredo Cornejo presentó un proyecto de ley para que el 30% de lo que el Gobierno nacional recaude por los derechos de exportación de soja, sean destinados a los ATN (ver aparte).
La historia argentina enseña que en contextos de crisis se crean nuevos impuestos y tasas que, muchas veces, perduran incluso cuando la emergencia desaparece. De ahí que para los expertos en federalismo fiscal sea clave hallar una solución ordenada y consensuada, de lo contrario, el riesgo será que cada jurisdicción tome medidas por su cuenta con afán recaudatorio.
Nadín Argañaraz, presidente del IARAF, propone por ejemplo que la Nación adelante a las provincias la coparticipación este mes. “Que las provincias no cobren impuestos, que los privados se garanticen el pago de los salarios y la Nación transfiera a los gobernadores un adelanto de unos $ 120.000 millones como préstamo a pagar en octubre”.
Para Argañaraz, el temor de la situación actual es que “muchas jurisdicciones, llegado al 20 de abril, pueden empezar a ver que no tienen como pagar los sueldos. Eso puede disparar pedidos de manera desordenada al Gobierno Nacional para que le de adelanten dinero. La recaudación en marzo no cayó por el coronavirus, sino por la falta de liquidez. Ahora en abril van a ver el parate”.
Piacentini y Argañaraz, ambos, advierten sobre las consecuencias macroeconómicas del desafío fiscal y federal por delante. “Si la ayuda no proviene de fuentes genuinas -ensaya Piacentini-, le pondrá presión a la ya utilizada y creciente emisión monetaria. Podríamos pensar que con este panorama, si no son las provincias las que emiten cuasimonedas, será Nación la que lo haga para asistirlas”.
Por su parte, para Argañaraz, “se evitaría la presentación de pedidos desmedidos y el desorden de los fiscos provinciales y municipales, como la mostrada en crisis económicas del pasado reciente, ocasión en la que en muchos distritos se determinó la emisión de cuasimonedas”.